Un puto gana músculo con una App

Rafa

6/2/20252 min read

Según él, trabajaba como relaciones públicas en locales de tarde y noche, según yo, Rumpelstiltskin era puto.

¡Ups! perdón, escort.

No, este era puto.

Bueno, a lo que voy.

El caso es que me parecía “raro” no disponer de 45 minutos al día para poder entrenar aunque sea en casa.

Así que, una vez cogí confianza con él, le dije:

— Mira, es imposible que no tengas siquiera una hora para venir al gym.

— Pues así es —dijo —y aunque tuviese una hora ¿qué iba a hacer, calentar?

— Te demuestro con una simple App que tienes más de una hora — le espeté— pero, de todos modos, con solo una hora te sobra para mantener o incluso mejorar.

— ¡Los cojones!

— Los míos, Rumpels, los míos. Venga, menos cojones y más apuestas.

— Vale calvito ¿qué propones?

¡Calvito! El muy cabrón…

— Te vas a instalar una App que mida el tiempo que usas el móvil — le dije— y vas a apuntar cuánto tiempo pasas viendo TV. Si sacas una hora de ahí me contratas durante, al menos, un año y, como bonus, me invitas a uno de esos locales en los que curras.

Aceptó y al cabo de una semana me dijo que sí, que perdía demasiado tiempo con el móvil y la tele y que, efectivamente, mejor invertirlo en salud. Con todo, añadió un pero con cierto aire desafiante:

— Vale, solo una cosa ¿Y si en ese año no me mantengo y pierdo?

— En ese caso — añadí— te devuelvo el dinero del entrenamiento y pago tu comisión como relaciones públicas multiplicada por diez.

— ¡Perfecto! — dijo.

Un año después Rumpelstiltskin no solo mantuvo su masa y definición muscular sino que, con cinta métrica y báscula en mano, mejoró su condición física.

¿Qué cómo lo hicimos? ¿Que quieres ponerte en forma pero solo tienes una hora al día?

Contacta conmigo y si me interesa que trabajemos juntos te daré respuesta a ambas cuestiones, si no me interesa, puede que te resuelva, al menos, la primera.

PD: mi gymbro me invitó a una cena que aún recuerdo, pero de los locales en los que trabajaba, nada de nada. Lo que yo decía, Rumpelstiltskin era puto.

Al lío, que tendrás cosas que hacer.

Hace tiempo conocí en el gimnasio un hombre llamado Rumpelstiltskin, nombre ficticio ¡ah, pues parecía real! Gracias por la advertencia, Rafa. De nada.

El caso es que Rumpelstiltskin se estaba planteando dejar de entrenar por falta de tiempo, producto de las demandantes e imprevisibles particularidades de su trabajo.