Los bonobos resuelven sus diferencias follando

Al lío, que tendrás cosas que hacer.

Follando, así es como los bonobos atajan sus conflictos.

Los bonobos son unos monos muy listos, mucho más que los chimpancés ¡Dónde va a parar!

Estos últimos resuelven sus diferencias a hostias.

Como los humanos cuando la tensión sobrepasa cierto umbral.

Y no solo entre barriobajeros y excluidos sociales, no.

Solo piensa en la forma más extrema de expresión bélica.

Venga , piensa ¿Cuál es?

Exacto, las guerras.

¿Y quiénes deciden su inicio?

No, no son callejeros chusqueros armados y tatuados, son personas con estudios, formación, posición social, traje y corbata.

No me malinterpretes, pese a mi confeso macarrismo, me encantan los trajes y las corbatas (y los tatuajes).

Estos monos, los bonobos, no los políticos, son mucho más listos.

Verás.

Dos monitos de estos discuten por una porción de comida.

En vez de enfrentarse a golpes lo que hacen es celebrar un contacto sexual entre ambos litigantes.

Una vez aliviada la tensión sexual y, como siempre pasa una vez cubierta esta necesidad, los dos contendientes ven la vida de otra manera, compartiendo en buena lid la deseada vianda

Y así con todo.

¡No se vayan todavía que aún hay más!

Fíjate si son listos, que viven en una sociedad claramente matriarcal, lo que tiene mucho que ver con el uso de fórmulas pacíficas como herramienta de resolución de conflictos.

¿Que dónde quiero llegar?

No, no te propondré que resuelvas tus diferencias con tu compañero de trabajo o clase a través del intercambio de fluidos.

Bueno, si os apetece y estáis de acuerdo los dos…

Lo que voy a proponerte es una fórmula que funciona casi igual que esta última y que hace que partamos de un punto vital menos tenso.

Si estamos relajados es más difícil que el conflicto estalle y eso lo consigue la práctica deportiva frecuente.

En particular el entrenamiento de fuerza se ha posicionado como una de las mejores opciones para lograrlo, siempre y cuando sepas cómo diseñar una hoja de ruta.

30 años entrenando y casi los mismos de formación, me permiten afirmar con rotundidad, dejando a un lado una finjida modestia, que sí, que yo sí sé fijar ese rumbo.

Ahora te pregunto ¿Y tú de qué lado estás, del de los chimpancés —ya sabes, los de las hostias— o quieres unirte a los bonobos —los del delicioso 😉—?

Yo lo tengo claro: bonobo for ever.

PD: hoy no hay, que no se me ha ocurrido nada.